Micheletti intenta presionar a Lula por condición de Zelaya en embajada de Brasil

El Gobierno de facto hondureño dio un plazo de 10 días a Brasil para que defina el estatus del presidente constitucional, Manuel Zelaya, quien se encuentra en la embajada sudamericana en Tegucigalpa, y amenazó con tomar 'medidas adicionales' no especificadas.

'Nuevamente solicitamos al Gobierno de Brasil que defina el estatus del señor Zelaya, dentro de un plazo no mayor de 10 días. De no ser así, nos veremos obligados a tomar medidas adicionales', indicó la noche del sábado el Ministerio de Exteriores del Gobierno de facto, en un comunicado leído por radio y televisión a todo el país.

Por su parte, este domingo en Porlamar, Venezuela, donde se lleva a cabo la II Cumbre de América del Sur-África, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo a los medios que 'no acepta ultimátum de un gobierno golpista', reseñó Telesur.

Micheletti anunció que no recibirá a los embajadores de España, Argentina, México y Venezuela, países que rompieron sus relaciones diplomáticas con el régimen, 'salvo -dice el comunicado- que sus respectivos Gobiernos procedan a negociar con la cancillería de la república el restablecimiento de las mismas'.

'En el caso de aquellos países que unilateralmente decidieron romper sus relaciones diplomáticas con Honduras o mantener las mismas a nivel de embajadas concurrentes, situación de Argentina, España, México y Venezuela, se hace saber que el Gobierno no recibirá a los agentes diplomáticos de tales países', agrega el texto.

El gobierno de facto además pide a Brasil que 'inmediatamente tome medidas para asegurar que el señor Zelaya deje de utilizar la protección que le ofrece la misión diplomática de Brasil para instigar a la violencia en Honduras'.

Señala, además, que 'en el caso de los que optaron por mantener las relaciones a nivel de misiones concurrentes, deberá solicitarse la acreditación de los nuevos jefes de misión, en vista de que el beneplácito expedido a sus anteriores jefes de misión ha sido retirado'.

Dispone asimismo la restricción de los privilegios propios de los agentes diplomáticos y 'la retirada con urgencia, de los locales que ocupaban las embajadas, de los distintivos y banderas que identificaban sus estados'.

El gobierno de facto hondureño mantiene, a través de las fuerzas militares, una fuerte presión en los alrededores de la embajada brasileña en Tegucigalpa, donde se mantiene el presidente legítimo, Manuel Zelaya, desde el pasado lunes, tras su regresó a la nación de manera sorpresiva.

Por medio de gases tóxicos y ruido ensordecedor, los oficiales intentan que el presidente Zelaya salga de la sede diplomática para se arrestado.

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