La Presidente enfrentó así los cuestionamientos que recibió la Casa Rosada tras el desacato del jefe de Gabinete, Aníbal F., a una decisión judicial. Crítica de la Argentina reveló la alarma oficial por algunos fallos desfavorables.
En medio del conflicto entre la Casa Rosada y la Justicia por algunos fallos que comienzan a ser poco convenientes al oficialismo y la reactivación de causas por corrupción, la presidente Cristina Fernández de Kirchner recomendó que los magistrados “deben ser independientes de los políticos, pero también del poder económico que nadie vota”.
La mandataria pronunció esas declaraciones al presidir en la provincia de La Pampa la inauguración de la ciudad judicial de Santa Rosa y la ampliación de la Unidad Penal 4 del Servicio Penitenciario Nacional.
El Gobierno divisó una amenaza creciente en la andanada de críticas que desde el Poder Judicial llovieron sobre el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. Por múltiples caminos el jueves buscó contener y contraatacar. Pero a lo largo de la jornada, en la Casa Rosada se extendió la convicción de que en los Tribunales se abrió una nueva e impredecible trinchera.
La decisión de Aníbal F. de obligar a la Policía a desconocer la orden de desalojo del gremio de Aeronavegantes dictada por la jueza Beatriz Ferdman generó una ola de cuestionamientos desde la base hasta la cima del Poder Judicial.
El miércoles, la jueza de la Corte Suprema, Carmen Argibay, había calificado de “preocupante” que desde el poder político “no se cumplan las órdenes de los jueces” y consideró que si no se acatan estas disposiciones “volvemos a la ley de la selva”. Había sido la frutilla de una sucesión de cuestionamientos, donde coincidieron, entre otros, el titular de la Asociación de Magistrados de la Justicia Nacional, Ricardo Recondo, el Colegio de Abogados de la Ciudad y la Federación Argentina de Colegios de Abogados (FACA).
El Gobierno lo interpretó como un acomodamiento del sector que gusta denominar como “la corporación judicial” frente a los nuevos vientos políticos que comenzaron a soplar tras el triunfo opositor en las últimas elecciones. Y lo asoció a otros dos flancos abiertos: el fallo del juez federal Edmundo Carbone, quien anteayer aceptó una medida cautelar que había solicitado el Grupo Clarín para que se suspendiera la aplicación de dos artículos de la ley de medios. Y por otro lado, la decisión tomada la semana pasada por la Cámara Federal que resolvió desarchivar una causa contra Néstor Kirchner y varios funcionarios de su gobierno por el presunto desvío de fondos públicos para la campaña electoral.
LA DEFENSA DEL MODELO. Además, Cristina aseguró que la justicia "adquiere su verdadera dimensión y condición humana" cuando da respuestas a "los más vulnerables, los trabajadores, los que normalmente carecen de poder para obtener medidas políticas, legislación o sentencias".
"¿Cuándo tienen justicia los más débiles? Cuando los poderes del Estado articulan un proyecto de país donde la distribución del ingreso sea más justa y equitativa para todos los habitantes", aseveró la Presidente.
En ese sentido, la mandataria destacó la implementación de la asignación por hijo para "llegar a los sectores más vulnerable" y señaló que "es otro salto cualitativo también para que nadie dependa del dirigente político de turno para obtener lo que tendría que ser un derecho".
Por otra parte, Cristina volvió a resaltar su condición de género al afirmar que "no es fácil mantenerse de pie ante tanta zancadilla y tanta presión, sobre todo cuando una está arriba de tacos".
criticadigital.com.ar
La mandataria pronunció esas declaraciones al presidir en la provincia de La Pampa la inauguración de la ciudad judicial de Santa Rosa y la ampliación de la Unidad Penal 4 del Servicio Penitenciario Nacional.
El Gobierno divisó una amenaza creciente en la andanada de críticas que desde el Poder Judicial llovieron sobre el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. Por múltiples caminos el jueves buscó contener y contraatacar. Pero a lo largo de la jornada, en la Casa Rosada se extendió la convicción de que en los Tribunales se abrió una nueva e impredecible trinchera.
La decisión de Aníbal F. de obligar a la Policía a desconocer la orden de desalojo del gremio de Aeronavegantes dictada por la jueza Beatriz Ferdman generó una ola de cuestionamientos desde la base hasta la cima del Poder Judicial.
El miércoles, la jueza de la Corte Suprema, Carmen Argibay, había calificado de “preocupante” que desde el poder político “no se cumplan las órdenes de los jueces” y consideró que si no se acatan estas disposiciones “volvemos a la ley de la selva”. Había sido la frutilla de una sucesión de cuestionamientos, donde coincidieron, entre otros, el titular de la Asociación de Magistrados de la Justicia Nacional, Ricardo Recondo, el Colegio de Abogados de la Ciudad y la Federación Argentina de Colegios de Abogados (FACA).
El Gobierno lo interpretó como un acomodamiento del sector que gusta denominar como “la corporación judicial” frente a los nuevos vientos políticos que comenzaron a soplar tras el triunfo opositor en las últimas elecciones. Y lo asoció a otros dos flancos abiertos: el fallo del juez federal Edmundo Carbone, quien anteayer aceptó una medida cautelar que había solicitado el Grupo Clarín para que se suspendiera la aplicación de dos artículos de la ley de medios. Y por otro lado, la decisión tomada la semana pasada por la Cámara Federal que resolvió desarchivar una causa contra Néstor Kirchner y varios funcionarios de su gobierno por el presunto desvío de fondos públicos para la campaña electoral.
LA DEFENSA DEL MODELO. Además, Cristina aseguró que la justicia "adquiere su verdadera dimensión y condición humana" cuando da respuestas a "los más vulnerables, los trabajadores, los que normalmente carecen de poder para obtener medidas políticas, legislación o sentencias".
"¿Cuándo tienen justicia los más débiles? Cuando los poderes del Estado articulan un proyecto de país donde la distribución del ingreso sea más justa y equitativa para todos los habitantes", aseveró la Presidente.
En ese sentido, la mandataria destacó la implementación de la asignación por hijo para "llegar a los sectores más vulnerable" y señaló que "es otro salto cualitativo también para que nadie dependa del dirigente político de turno para obtener lo que tendría que ser un derecho".
Por otra parte, Cristina volvió a resaltar su condición de género al afirmar que "no es fácil mantenerse de pie ante tanta zancadilla y tanta presión, sobre todo cuando una está arriba de tacos".
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