Violencia contra los trabajadores de la ex Terrabusi

Los empleados de Kraft denunciaron que 200 policías les impidieron ingresar a la planta. Piden reincorporar a 164 cesanteados. Qué dice la empresa.

Alrededor de 900 trabajadores, junto a familiares y miembros de organizaciones sociales fueron reprimidos violentamente en la mañana de este lunes por la policía bonaerense cuando se disponían a ingresar como todos los días a sus puestos de trabajo en la empresa estadounidense Kraft Foods (ex Terrabusi) en la localidad de General Pacheco.

En diálogo con Criticadigital, María Rosario, una empleada que integra la comisión de trabajadores de la empresa, confirmó que “no dejaron ingresar a nadie y se produjeron forcejeos” y en el pico de máxima tensión irrumpió un caos generalizado con la policía que castigó con dura violencia al personal. Los empleados aseguran que se utilizaron "balas de goma, gases lacrimógenos y garrotes” para dispersarlos.

En el operativo participaron alrededor de 200 policías y varios trabajadores resultaron heridos. Fueron trasladados a un centro médico asistencial de El Talar, según revelaron las fuentes sindicales consultadas.

SIGUE LA TENSIÓN. Pasada la represión (ver video), la empresa dio asueto al personal del turno tarde y con presencia policial no permitió el ingreso ni la salida del personal. Según denunció Rosario, hay 50 policías apostados en la puerta de la fábrica; en la playa de estacionamiento dentro del predio hay seis camiones de la policía provincial y dentro de planta, donde se hace la producción, hay otro grupo de efectivos policiales con cascos, escudos y armas aunque están alejados del personal.

Mientras cerca de 100 personas, entre despedidos e integrantes de la comisión interna, permanecían en asamblea dentro de la compañía, otros cientos de trabajadores marcharon durante la tarde al ministerio de Trabajo para acompañar a los delegados en una audiencia con la empresa.

El subsecretario de Relaciones de Trabajo, Álvaro Ruiz, ofreció a ambas partes extender la conciliación obligatoria, que vence el martes, pero con la eximición de tareas de los 164 despedidos, según informó Rubén Tripi, abogado de los trabajadores e integrante del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos.

Esta resolución, según entiende el letrado, dilata la actual situación de los cesanteados dado que la empresa los mantiene desde hace 20 días en un quincho aislados del resto, en violación de la conciliación y las sucesivas intimaciones realizadas por la cartera de Trabajo. Por no conformar el pedido de reincorporación, la propuesta ministerial fue rechazada en la noche por la asamblea de los operarios, quienes continuaban evaluando los pasos a seguir. Si el Ministerio no extendiera la conciliación, es posible que la planta continúe militarizada.

Los obreros reclamaron la presencia del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA), que conduce Rodolfo Daer. Ramón Bogado, otro de los dirigentes de la comisión interna, pidió ante Criticadigital la presencia de Daer en la planta. "Hace diez días que no se presenta en el lugar ni habla con nosotros", dijo Bogado.

LA VERSIÓN DE LA EMPRESA. Para la compañía estadounidense Kraft Foods Argentina los hechos fueron distintos. Según detallaron en un comunidacado de prensa, esta mañana un grupo de trabajadores despedidos rompieron el cerco perimetral y entraron por la fuerza, a la Planta Pacheco, mientras otras personas permanecieron frente al portón de acceso arrojando elementos contundentes contra la policía y el personal de la empresa, que no reclama las reincorporaciones.

En el mismo texto se consigna que el grupo que ingresó a la fábrica estaba armado con palos y con ellos golpearon y lastimaron a efectivos policiales y a distintos empleados que realizaban sus tareas, siempre con "actitud amenazante" y por tal motivo la policía bonaerense resolvió actuar para resolver la situación.

La empresa adujo que este “minoritario” grupo que tuvo un accionar “delictivo" se encontraba armado con elementos inflamables, gomeras, tornillos, botellas plásticas con combustibles, que “presumiblemente utilizarían para hechos vandálicos contra los equipos y el personal”.

Todo el material encontrado fue puesto a disposición de la justicia interviniente y según la firma alimenticia durante esta semana se llevó a cabo una sistemática “intimidación a los operarios que mayoritariamente quieren volver al trabajo” y repitió que los despidos obedecieron a graves hechos de violencia oportunamente denunciados ante la justicia penal y las autoridades competentes en materia laboral.

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