Moncayo padre (foto) aseguró que el trabajo internacional es uno de los elementos fundamentales que ha servido para avanzar en algo en el conflicto interno de su país. Confía en que las presiones externas pueden servir "por lo menos para acabar con este dolor y este sufrimiento'', que se mantiene presente en los familiares de los retenidos por las FARC, ante la negativa del Gobierno de ofrecer las garantías para el retorno a la vida de estas personas
El profesor Gustavo Moncayo, padre del cabo Pablo Emilio Moncayo, retenido por la guerrilla, insistió este martes en que considera posible una nueva intervención del presidente venezolano, Hugo Chávez, para propiciar la liberación de su hijo y de los demás rehenes del grupo insurgente.
Gustavo Moncayo, conocido como el Caminante por la Paz, se encuentra haciendo una jornada de protesta y vigilia en una plazoleta del centro de Bogotá, desde donde sostuvo que: "No creo que sean imposibles (nuevas gestiones de Chávez)".
En el pasado, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) liberaron de manera unilateral a una docena de rehenes, la mitad de ellas en dos misiones humanitarias facilitadas por el presidente venezolano y la senadora colombiana Piedad Córdoba.
El profesor confía en la intervención del presidente Chávez, aunque se conoce que el acuerdo que permitirá a Estados Unidos (EE.UU.) usar bases militares de Colombia originó que el mandatario venezolano, Hugo Chávez, congelara recientemente sus relaciones con el vecino país.
Moncayo destacó que el "trabajo internacional es el que puede conducirnos por lo menos a acabar con este dolor y este sufrimiento".
Su hijo, el cabo Pablo Emilio Moncayo está cautivo desde diciembre de 1997, lo que lo hace uno de los dos rehenes con más tiempo en manos de las FARC.
En un comunicado dado a conocer el pasado 16 de abril, las FARC anunciaron su voluntad de liberar de forma unilateral al cabo Moncayo, para lo que solicitaron la presencia en la entrega del padre del rehén y de la senadora Córdoba
El hecho de que las FARC incluyan a Córdoba en estos procesos es porque la legisladora lidera el grupo humanitario llamado Colombianos y Colombianas por la Paz, que lucha desde hace años por lograr la liberación de todos los prisioneros de guerra.
Mientras las FARC mantienen a 22 uniformados, que consideran prisioneros de guerra "canjeables", el gobierno tiene en cárceles oficiales a más de 500, según ha denunciado el grupo insurgente. La insurgencia ha solicitado la realización de un acuerdo humanitario, para intercambiar a ambos grupos.
En un principio, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, se negó a la participación de la senadora, pero luego, el 8 de julio, la autorizó como gestora para la liberación con la condición de que de fuesen entregados los 24 uniformados que se mantienen en cautiverio y que las Fuerzas Armadas estén a cargo de toda la logística para la operación.
Las condiciones del gobierno colombiano han entorpecido las liberaciones, según han denunciado los familiares de los rehenes. Moncayo por su parte , sentenció este martes que si el Gobierno no autoriza la operación para la puesta en libertad tanto de su hijo como del soldado Josué Daniel Calvo Sánchez, "tendré que salir del país a buscar ayuda internacional".
Informó sobre un posible se dirija a Europa, a donde ya viajó en el pasado para gestiones en favor de los rehenes.
El Ejército colombiano reveló el lunes pruebas de vida que le fueron incautadas el pasado sábado a un presunto mensajero que se dirigía a Bogotá, en las que aparecen 10 militares y policías retenidos por las FARC.
Tras conocer el hecho, Moncayo dijo sentirse "muy triste, lamentable ver cómo pasan los años, con esa desesperanza tan grande" de los rehenes.
"No sabemos quién tiene el corazón más endurecido o envilecido, si esa gente que está fuera de la ley o la gente que está de parte, supuestamente, de la ley", aseveró.
Las pruebas divulgadas hace unos días se suman a otras nueve difundidas el pasado 31 de agosto por la senadora opositora Córdoba, que entregó dos más el 17 de agosto último.
"Hay mucha tristeza y sufrimiento en mi familia, pero entendemos que, posiblemente, como las FARC anunciaron que liberarían unilateralmente a Pablo Emilio, a Josué Daniel, creo que no han llegado esas pruebas de vida porque, posiblemente, ya los tienen en algún sitio donde estén muy cerca a su liberación", concluyó Moncayo.
Moncayo ha realizado caminatas de miles de kilómetros para pedir la libertad de su hijo y de un acuerdo humanitario.
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