Aunque no hay urgencias, el Gobierno analiza volver a tomar deuda y el ministro de Economía, Amado Boudou, dijo que intentará hacerlo antes de fin de año. El economista Fausto Spotorno, destacó la iniciativa del Ejecutivo.
El ministro de Economía, Amado Boudou, anunció que en 2010 la Argentina realizará la primera emisión de bonos en el exterior desde el default de 2001, mientras que también podría empezar a "encaminarse" un acuerdo por la obligación de u$s 6.500 M que mantiene con el Club de París.
Junto a su secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, el ministro señaló que en la colocación para obtener fondos se piensa en “un menú de opciones, de corto, mediano y largo plazo”, y admitió que es “una alternativa” la posibilidad de que los bancos coloquen una “letra corta voluntaria”.
Bodou explicó que la colocación se pude dar en medio del “canje de deuda” en poder de los “holdouts”, “gracias a la creatividad” de la Secretaría de Finanzas.
Al respecto, consultado por Radio 10, Fausto Spotorno, economista y jefe de la consultora Ferreres y Asociados, explicó que es "razonable" la decisión del ministro de Economía de volver a los mercados internacionales para mejorar el clima de negocios y bajar el riesgo país.
Asimismo, remarcó la importancia de que el Gobierno coloque las deudas en el exterior y sostuvo que "es importante mantener una relación con el FMI"
Por su parte, Boudou en declaraciones al diario La Nación, salió al cruce de las afirmaciones que indican que la jugada representa un desahogo a la situación fiscal. “No; esta es una decisión de lógica económica: estamos convencidos de que el aumento del gasto de capitales debe financiarse con crédito, no con recursos corrientes, como ocurrió este año”, puntualizó al respecto.
Bodou señaló que en sus cartera está “la determinación de concluir antes de fin de año” el canje de deuda de los holdouts e indicó que el envío del proyecto de suspensión de la Ley Cerrojo al Congreso “es para darle más fortaleza institucional a este canje, que profundiza una política que arrancó en 2005”.
“Hubo una presidencia que con toda irresponsabilidad marcó con bombos y platillos el default. En cambio, en 2005 se llamó a los acreedores para avanzar en un acuerdo que los satisficiera y que, a la vez, asegurara el crecimiento del país. Ahora, con este canje, profundizamos este camino”, aseguró.
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