En su flamante libro "Humo humano", el norteamericano Nicholson Baker propone una mirada distinta sobre
A partir de fragmentos de diarios, discursos y libros de la época, sin olvidar los folletos propagandísticos entre otras fuentes, el autor ofrece el testimonio coral de escritores, periodistas, políticos y militares para reconstruir cómo fue la antesala que desencadenó la guerra y el holocausto judío.
"Humo humano", recién editado por el sello Debate, reconstruye a lo largo de 535 páginas el período que abarca desde fines del siglo XIX hasta diciembre de 1941 y destruye la visión maniquea según la cual en un bando estaban los demócratas defensores de los derechos humanos y en el otro los bárbaros fascistas, nazis y japoneses sin escrúpulos.
Entre otros aspectos, Baker recuerda que Joseph Stalin y su despótico régimen se encontraban en el bando de los "aliados", a la vez que ilustra las salvajes propuestas de Winston Churchill, de un joven Franklin Roosevelt o de tantos políticos aliados que han pasado a la historia como garantes de la justicia y de las libertades.
"Estoy decididamente a favor de emplear gas tóxico contra tribus incivilizadas", escribe el primer ministro británico al jefe de
Los textos que reproduce el autor -que ha escrito siete novelas y se licenció en Filosofía en el Haverford College- recuerdan que el antisemitismo no fue sólo un sentimiento alimentado por el nazismo, sino parte de un clima general.
Baker recuerda también que cuando aún era un simple abogado, el futuro presidente Roosevelt se dirigió a
"Humo humano" intenta algo casi imposible: destruir el mito de que
"¿Qué diferencia hay entre arrojar a quinientos bebés a una hoguera y arrojar fuego desde un avión sobre quinientos bebés? No hay ninguna", se preguntó un piloto británico en 1937 después de matar con sus bombas a decenas de iraquíes.
Según Baker, Churchill hizo oídos sordos a este interrogante: "Para Churchill -escribe Baker- los bombardeos aéreos eran una forma de pedagogía, una manera de mostrar a los habitantes de las ciudades (alemanas), el horror de los campos de batalla matándolos".
En algún momento, el libro oficia casi como una biografía desautorizada del hombre que pasó a
Churchill fue protagonista de esas facetas pero también de otras más siniestras y oscuras, que escribían frases como ésta: "Me alegra mucho saber que las existencias para la guerra química van aumentando en este país (Gran Bretaña). Sigan adelante".
Lejos de fijar posición personal, Baker se limita en su obra a seleccionar las declaraciones, los artículos de prensa, las cartas o los diarios en los que los protagonistas se expresan en primera persona, añadiendo de vez en cuando breves comentarios sobre el contexto y la fecha de los documentos.
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