Ahora se podrá entrar y salir del país, algo imposible desde el lunes, ya que con la llegada de Zelaya estaban cerradas también las fronteras terrestres. El derrocado presidente, refugiado en la embajada de Brasil, dijo este miércoles que "quiere un acuerdo", pero que no se dejará "vencer por el miedo".
Las autoridades del gobierno de facto de Roberto Micheletti levantaron el toque de queda que se mantuvo en Honduras por la tarde y noche de ayer y decidieron autorizar la apertura de los aeropuertos, que estaban cerrados desde el lunes, cuando llegó al país y se refugió en la embajada de Brasil el depuesto presidente Manuel Zelaya.
La apertura de las terminales aéreas permitirá el flujo normal de ciudadanos hondureños y extranjeros que no podían entrar ni salir del país desde el lunes, ya que también las fronteras terrestres estaban cerradas por del toque de queda.
Ayer, desde la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde está refugiado, el mandatario depuesto dijo a Clarín que quiere un acuerdo con los golpistas. Agregó que el ejército planea un asalto. "No nos vamos a dejar vencer por el miedo", señaló.
"En un país –dijo el mandatario depuesto- no puede haber dos presidentes, dos mandatarios. Aquí está el presidente que eligió el pueblo de Honduras y, por tanto, he venido a pedir que se me regrese la presidencia de la República como el pueblo lo determinó. Ese es el mandato popular. Al mismo tiempo, pretendo llegar a un acuerdo para que el régimen golpista no cause más daños y que el pueblo pueda retomar sus actividades. Que en Honduras domine la moral democrática. Tenemos el apoyo de la comunidad internacional, del pueblo y de la Constitución hondureña".
Hasta ayer, había 130 personas en la embajada brasileña. Zelaya estaba con su esposa, sus hijos y seguidores a la espera de llegar a un acuerdo que destrabe el conflicto.
clarin.com
0 comentarios:
Publicar un comentario