Desarrollo comunitario

lunes, 2 de noviembre de 2009


Por Mario Barrios *
La autogestión de empresas por parte de sus trabajadores constituye, en la actualidad, un modelo productivo cada vez más presente en la realidad económica argentina. A pesar de las trabas propias que impone la dinámica del capital y la ausencia de políticas de Estado serias para el sector, son cada vez más las cooperativas o empresas recuperadas que logran reactivar la producción garantizando fuentes de trabajo y salarios.

Este nuevo mundo de la autogestión es amplio y diverso pero sabemos que, para enfrentar la competencia del mercado y sus exigencias de productividad, necesitamos unidad de acción en función de estrategias que permitan proyectarnos en el mediano y largo plazo. En este sentido, desde la Unión Solidaria de Trabajadores (UST) partimos del supuesto de que no es posible la recuperación del trabajo sin la recuperación del territorio y, por lo tanto, la integralidad de nuestro modelo se basa tanto en la producción como en el desarrollo comunitario; cuyo sostén es la participación popular y el compromiso de los trabajadores, recuperando la conciencia de clase y conformando, dentro de la misma, un nuevo sujeto: el trabajador autogestionado.

La UST, enrolada en la Asociación Nacional de Trabajadores Autogestionados (Anta-CTA), es tan sólo una de las experiencias surgidas como consecuencia de las desastrosas políticas neoliberales de las últimas décadas en nuestro país. La decisión de Syusa (Grupo Techint), y de su sucesora (Estrans), de retirarse y dejar a los trabajadores en la calle llevó a que la comisión interna de delegados y los trabajadores decidamos, hace ya cinco años y con el apoyo de toda la comunidad, conformar la Cooperativa de Trabajo UST Ltda., encargada de las tareas de mantenimiento de áreas verdes, parquización, movimientos de tierra, mantenimiento de caminos internos e infraestructura del Centro de Disposición de Villa Dominico.

Esta economía integradora la desarrollamos a partir de la distribución del ingreso decidida en Asamblea. Del ciento por ciento del ingreso, resolvimos que la mitad vuelva a los trabajadores en salarios y garantizamos el acceso a todos los derechos que conquistó el movimiento de los trabajadores en nuestra historia (obra social, aguinaldo, jubilaciones, vacaciones pagas, etcétera). Cabe aclarar que estos derechos laborales no están contemplados en la legislación vigente porque no tenemos un marco jurídico para el trabajador autogestionado.

De la otra mitad, el 25 por ciento se invierte no sólo en amortizaciones sino en el incremento de capital fijo con el objetivo principal de generar más puestos de trabajo (nuestra planta de trabajadores pasó de 39 en 2004 a 92 en 2009). Finalmente, el restante 25 por ciento se orienta al desarrollo social de la comunidad (vivienda, educación, salud, recreación y niñez). Desde esta concepción, la inversión del excedente es una inversión para generar más puestos de trabajo e inclusión social en la comunidad. En este sentido, construimos 100 viviendas en Wilde (Barrio San Lorenzo), pusimos en funcionamiento el Bachillerato popular “Arbolito”, que cuenta con más de 50 alumnos y brinda título oficial (además, de implementar un convenio de extensión universitaria con la Unqui y otro de las mismas características que estamos por concretar con la UBA), construimos el Polideportivo, como eje articulador de todas las actividades recreativas y culturales, y estamos construyendo un centro de abaratamiento para el desarrollo de un mercado popular. También está en marcha el inminente centro de salud y el proyecto de un Centro Recreativo, educativo y de producción agroecológica, en la ribera de Villa Dominico, entre otros.

Todo esto es posible en la medida en que llevamos a la práctica “la integralidad” trabajo-territorio, es decir, la retroalimentación entre la producción y la organización social, como red de contención y apuesta a la participación popular. Simplemente buscamos recuperar esa “vieja subjetividad”, la noción de que todos somos trabajadores. Por ello, desde Anta proponemos, en el marco de la CTA, la sindicalización de los trabajadores autogestionados como herramienta política que oponga la igualdad y justicia social a la exclusión que imponen los sectores dominantes.

En este escenario, consideramos indispensable el desarrollo de políticas activas de Estado que reconozcan esta experiencia del campo popular y aporten a la consolidación de las mismas facilitando el acceso al crédito y elaborando un marco jurídico que reconozca al trabajador autogestionado. Si ello ocurriera, se estaría aportando a la consolidación de esta experiencia de clase que construye la inclusión social con eje en el trabajo.

* Presidente de la Unión Solidaria de Trabajadores (UST) y secretario general de la Asociación Nacional de Trabajadores Autogestionados (Anta).

http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-134522-2009-11-02.html

0 comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

 
Mas zurdo que el Diego © 2011 | Designed by RumahDijual, in collaboration with Online Casino, Uncharted 3 and MW3 Forum