Ataque suicida en Pakistán: 41 muertos

Un coche bomba explotó cerca de un vehículo del ejército en el mercado de la región noroccidental de Shangla, cerca del valle de Swat. Es el cuarto ataque en una semana de la insurgencia talibán, que además amenazó con realizar más atentados en todo el país.

El atentado fue perpetrado en un concurrido mercado de la región noroccidental de Shangla, cerca del valle del Swat, cuando un suicida hizo estallar la carga explosiva que portaba, informó el Ministerio del Interior paquistaní.

El número de heridos ascendió a 45, los cuales fueron trasladados a un mismo hospital. Las autoridades locales decretaron el toque de queda para investigar el ataque, informó la agencia de noticias italiana ANSA.

El mortífero ataque tuvo lugar un día después de que la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, advirtió acerca de un "crecimiento" de la violencia de la milicia de los Talibán paquistaníes, tras un ataque contra un cuartel militar que provocó 20 muertos el sábado.

Ese golpe de los militantes islamistas "nos recuerda que los extremistas amenazan de manera creciente la autoridad del Estado" en Pakistán, había advertido Clinton, quien sin embargo aseguró estar confiada en el control de las autoridades paquistaníes sobre su arsenal nuclear.

La semana pasada un atentado suicida en unas oficinas de la ONU en Islamabad provocó la muerte de cinco trabajadores del organismo, que cerró temporalmente sus oficinas en Pakistán, mientras que viernes otro ataque similar había causado otros 53 muertos en una zona comercial de Peshawar, en el norte del país.

Por otro lado, al menos 16 milicianos talibanes murieron en un bombardeo llevado a cabo anoche por fuerzas paquistaníes en Waziristán del Sur, cerca de la frontera con Afganistán.

La acción militar tuvo lugar luego que un comando del Ejército paquistaní liberase a 39 rehenes secuestrados en un edificio de oficinas por los talibanes el sábado, tras un atentado contra el cuartel general de las fuerzas armadas en Rawalpindi.

"Los aviones bombardearon y destruyeron dos de sus escondites, en Makeen y Ladha. En total tenemos unos 16 milicianos muertos", dijo un portavoz de los servicios de inteligencia locales.

La espiral de violencia hizo salir al ex jefe de los servicios secretos Ashraf Javed Qazi, quien dijo que los insurgentes estaban "cercados y acorralados" y que los últimos ataques no son más que un "intento desesperado" por contrarrestar la presión militar.

Pese a estas declaraciones, a los paquistaníes les impactó que los rebeldes lograran avanzar hasta el corazón del poderoso aparato de seguridad de la potencia atómica.

A nivel internacional, por otra parte, la seguidilla de ataques y la creciente violencia generaron dudas sobre la seguridad de las armas atómicas paquistaníes.

Al respecto, y para tirar paños fríos sobre el tema, Clinton aseguró ayer en Londres que la Casa Blanca sigue "confiando en el gobierno paquistaní y el control de los militares sobre sus armas nucleares".

Entre la población paquistaní crece el miedo a una escalada de la violencia, pues mientras en Waziristán del Sur es inminente una operación masiva contra los talibanes, en todo el país podrían volver los sangrientos ataques como el que ocurrió hoy en Shangla.

fuente: telam.com.ar