Votó Evo Morales y convocó a "profundizar los cambios" en Bolivia

domingo, 6 de diciembre de 2009


El actual mandatario lidera las encuestas por 30 puntos sobre el ex militar Manfred Reyes Villa.

Con la tranquilidad del que lleva los laureles del gran candidato, Evo Morales aseguró que en las elecciones de este domingo se juega la profundización del cambio o “el retorno al neoliberalismo”. Aunque se descuenta su releección, el presidente de Bolivia remarcó que la decisión "está en manos del pueblo".

Luego de emitir su voto en la región del Chapare, tierra natal y bastión político, Morales remarcó que "el pueblo hoy tiene derecho a decidir conscientemente si se sigue profundizando la democracia o retornar al neoliberalismo, si están con el cambio o con el neoliberalismo, eso decidirá con su voto el pueblo boliviano".

El mandatario llegó a votar acompañado por su hija Eva Liz y por algunos dirigentes sindicales, y fue recibido por una multitud que lo vitoreó hasta que abandonó el colegio Villa 14 de Septiembre.

Si bien se declaró optimista por el resultado de los comicios, en sintonía con los sondeos previos que le asignan un triunfo contundente, advirtió que no hay que "cantar victoria" por adelantado porque hay ocho candidatos a presidente y la decisión "está en manos del pueblo"

Los comicios son una compulsa inédita por varias razones. Es que el país vecino no sólo elege a su 65º mandatario en 184 años de historia republicana, sino que también a los primeros miembros de la flamante Asamblea Legislativa Plurinacional. Además, se votará en el exterior por primera vez para elegir presidente y vicepresidente.

Cuatro de los ocho candidatos a presidente concentran las preferencias del electorado. El actual presidente, Evo Morales, candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), encabeza las encuestas con ventajas de hasta 30 puntos sobre el militar retirado Manfred Reyes Villa, ex prefecto de Cochabamba. Más atrás se encuentran el empresario Samuel Doria Medina y el ex alcalde de Potosí, René Joaquino.

Además de la elección general, los bolivianos se votará también un referendo autonómico en cinco de los nueve departamentos; otro por la autonomía indígena, originaria y campesina; y un tercero por la autonomía regional de la provincia Gran Chaco, perteneciente al departamento de Tarija, con enormes reservas de gas de petróleo.

El gobierno dispuso un gran operativo de seguridad para que los comicios se desarrollen con normalidad. Hay más de 52 mil policías y militares para custodiar las mesas y garantizar el trabajo de los 35.915 jurados, 4.383 notarios y 10 mil funcionarios de las cortes. En tanto, llegaron a Bolivia observadores de 22 organizaciones internacionales. Entre ellas de la OEA, la ONU, el Centro Carter, Transparencia Internacional, la Unión Europea y el Mercosur.

En esta oportunidad y por primera vez en la historia del país, los 169 mil bolivianos residentes en el exterior tienen la posibilidad de votar para elegir presidente y vice. De estos sufragios que llegarán desde afuera, el de Argentina es el padrón más grande (89.953), seguido de España (49.995), Brasil (18.142) y Estados Unidos (11.006). Además, se utilizará un registro que incorpora, además de los datos de filiación, la fotografía y huellas dactilares de los diez dedos de los electores.

DENUNCIAS DE FRAUDE. A 72 horas de los comicios, el ministro de Gobierno (Interior) de Evo Morales, Alfredo Rada, presentó a la Corte Nacional Electoral (CNE) una grabación telefónica en la que supuestamente el candidato opositor Manfred Reyes Villa incita al fraude electoral a cambio de dinero. La Corte ordenó a la Fiscalía realizar una investigación, mientras que voceros de Reyes repudiaron las acusaciones y dijeron que se trata de un “montaje” del Ejecutivo de Morales.

El presidente de la CNE, Antonio Costas, indicó a la Fiscalía que de la conversación grabada se desprende “la intencionalidad de modificar los resultados electorales a favor de algún candidato (...) pese a que la Corte tiene un sistema de seguridad que no permite la manipulación de su sistema informático”.

MEDIOS BOLIVIANOS. La columna que Crítica de la Argentina publica hoy aquí fue rechazada por el paceño La Prensa y el cruceño El Deber, dos de los diarios más importantes de Bolivia. Ambos pertenecen a la familia Rivero. Después de aceptarla, La Prensa informó que consideraban oportunista el pedido de publicación antes de la elección –escribe Martín Sivak–. El director ejecutivo de El Deber, Pedro Rivero Jordán, ordenó su publicación, pero se arrepintió. Como representante de Bolivia en la última reunión de la SIP en Buenos Aires, Rivero había denunciado las agresiones contra la prensa en su país; anticipó que la violencia crecerá si Evo Morales es reelecto y suele jactarse de la ecuanimidad de su medio frente a los abusos oficiales. Esa ecuanimidad no se ve reflejada en la elección de los columnistas aludidos en mi columna, ni en otras decisiones editoriales. Tampoco fue ecuánime Rivero en mi caso. Publicó la columna “Martín Sivak, el sicario de las letras”, redactada por un misterioso columnista que tuvo allí debut y despedida con una severa acusación en mi contra. A La Prensa y El Deber asiste el derecho de no publicar las columnas. Este caso, y muchos otros, muestran que no se debe enmarcar la relación entre las empresas periodísticas y Morales como la puja entre la libertad de expresión y el autoritarismo gubernamental.

criticadigital.com.ar

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